jueves, 17 de julio de 2008

El Ascensor

En un hospital, la gente estaba tan desesperada por subir que subieron más gente de la que podía aguantar. Por esta causa el ascensor se quedó trabado. La gente estaba muy preocupada hasta que un hombre se sacó de quisio y golpeó muy fuerte la puerta.

Los minutos pasaban y la desesperación crecía. El aire faltaba y el oxígeno se agotaba.

Una señora se desmayó y la tensión crecía. Adentro del ascensor no había nada que ver. Sólo el espejo y la gente abrumada por el calor.

Un señor agarró su celular, pero la señal iba y volvía, y al fín el hombre pudo llamar a un pariente suyo. Ésta persona llamó a los bomberos que inmediatamente se presentaron en el lugar.

Los bomberos tardaron demasiado en abrir la puerta pero al final lo lograron.

Todos salieron en perfecto estado, menos la mujer desmayada.

FIN

Unas vacaciones terroroficas








Un día en África mi familia y yo estábamos buscando recuerdos de fotos de nuestros antepasados y mi papa Carlos había encontrado un boleto de la lotería “el mono” que decía que habíamos ganado un viaje a orlando con una mansión toda paga, y con pensión completa. Fuimos a retirar nuestro premio, y cuando estábamos volviendo, nos encontramos a nuestro amigo Freddy y como teníamos un pasaje demás, se lo ofrecimos y el acepto y agradeciendo nos invito a cenar a su casa. Esta era muy linda, tenía un comedor gigante, cuatro habitaciones, dos baños y afuera una gran pileta.
Del viaje salimos un viernes a las seis de la mañana. El viaje estuvo muy pesado así que paramos a comer en una estación de servicio y luego a tomar aire en un baño publico.
Yo Julián, ya me había dormido junto a mi hermano Federico. Cuando nos despertamos, ya estábamos por llegar. Mi papa estaba exhausto y Freddy todavía seguía dormido.
Llegamos y lo primero que hice fue acostarme en el poco pasto verde que había.
El lugar estaba desierto, los árboles podridos y la casa parecía que la habían abandonado hace mucho tiempo. Pensamos que como era tarde la gente ya se había acostado y que se levantarían mañana temprano.
Al otro día nos dimos cuenta de que era un pueblo abandonado. Yo le dije a mi papa que iba a ir a explorar el lugar. Camine hasta llegar a un bosque frió y tenebroso y decidí cruzarlo. De pronto me di cuenta que me había perdido. No encontraba la mansión y ya se estaba haciendo de noche. Con mis últimas fuerzas largue un grito de horror, una telaraña se había enganchado en mi mano.
Seguí caminando hasta que me canse y me senté en una tabla fría. Prendí una fogata y como estaba cansado me quede dormido. Al otro día me desperté por una pesadilla y me di cuenta que estaba en un cementerio y que la tabla fría resultaba ser de mi tataratataratatara………..abuelo.
Salí corriendo y vi a mi papa y a Freddy que me estaban buscando y corrí a abrazarlos. Esa noche volvimos a casa y no me anime a contarle a mi papa lo que me había pasado mientras el no estaba.